• La muestra: se realizó en 27 ciudades con una populación de 10,000 o más habitantes. La crítica que se ha hecho es que la muestra fue muy limitada por sólo incluir zonas urbanas, creando un sesgo importante por la falta de zonas rurales.
  • El cuestionario: existen análisis que revelan errores de traducción en los cuestionarios aplicados en México. Algunas preguntas pudieron tener diferente significado en México que en los otros tres países de estudio.
  • Se eligió México como una comunidad democrática no-atlántica, donde la democracia fuera relativamente nueva, pero en donde las esperanzas y aspiraciones de su gente por la democratización y modernización fueran altas.
  • En una cultura cívica ideal, la actividad e involucramiento de los ciudadanos estarían balanceados con una medida de pasividad y no involucramiento. En México, existen desviaciones de la cultura cívica incongruentes con un sistema político democrático efectivo y estable. Se asocian, por un lado, el afecto por el sistema político (sobre todo por símbolos de la Revolución), y por el otro, falta de experiencia con la utilización de insumos políticos y un casi total rechazo a los resultados políticos. Aún así, la orientación a la participación está presente, por lo que existe la posibilidad de una cultura cívica.
  • Almond y Verba enfatizan que la característica que distingue la cultura política de México es su sentido de aspiración. Observaron altos niveles de competencia política, atribuidos principalmente a la experiencia revolucionaria del país.
  • Los niveles de confianza interpersonal en México son bajos. La tendencia indica que los mexicanos son más propensos a cuidarse a sí mismos que a otros. Ello no elimina la posibilidad de la colectividad política.
  • La mayoría de los mexicanos desconfía y tiene desagrado por los políticos y la política en general.